El teletrabajo ofrece tantas ventajas que es difícil saber por dónde comenzar. Porque no, el teletrabajo que hemos experimentado en estos meses de manera forzosa, veloz e improvisada no es un fiel reflejo de la realidad. Ni mucho menos si tenemos en cuenta la situación mundial actual donde la vida, claramente, no es la misma que antes. Partiendo de esa base, de que no es lo mismo teletrabajar cuando una pandemia global domina las calles que cuando terminas la jornada y puedes irte de bares con los amigos, al cine o de compras sin pensar si vas a morir por tocar un pasamanos, hay que hacer hincapié en los grandes beneficios que este formato laboral conlleva.
Hasta la fecha, hemos estado a la cola en cuanto a conciliación laboral y adaptación a las nuevas tecnologías se refiere. En 2018 apenas un 4,3% de los trabajadores españoles teletrabajaban. Esta cifra es considerablemente inferior a la de países como Finlandia (13,3%), Luxemburgo (11%) o Países Bajos (14%).
Sin embargo, la crisis del Covid-19 ha removido nuestra vida en muchos aspectos e infinidad de empresas y trabajadores han recurrido a esta modalidad laboral para evitar la propagación del virus y respetar las nuevas normas.
Al final, eso de lo que tanto parecía renegarse hace tan solo unos meses, ha llegado por la fuerza y ha demostrado no solo ser viable, sino ventajoso.
Ventajoso para los trabajadores, pero también para las compañías…
Ventajas para los Empleados:
- Más tiempo y mejor calidad de vida. Ya no hay que comerse los infernales atascos ( thanks god🙏🏻), el metro lleno a primera hora, en resumen las dos horas de tu vida perdidas en desplazamientos. Ahora puedes dormir más, hacer deporte, descansar, estar con los tuyos.
- Menos gastos y más ahorro. No hay bono-metro, no hay taxis, no hay combustible. Probablemente gastes menos en corbatas, tacones o trajes formales. Llega el sueño de cualquier persona, vivir en chándal.
- Menos kilos. Porque sabemos que, al final, cuando pasas tantas horas fuera acabas picando de más para calmar el estrés, o comes varios días en restaurantes. En casa controlarás mejor lo que compras y los menús diarios.
- Aumento de la productividad. Estarás más contento, más relajado, sabes que tienes más tiempo para ti y te cundirán más las horas que dediques.
- Mejor integración laboral para personas con movilidad reducida o discapacidad.
Ventajas para las Empresas:
- Menos consumo energético, menos costes.
- Menos oficinas, menos costes.
- Menos absentismo laboral y rotación de personal.
- Más productividad.
- Mayores facilidades de expansión geográfica.
- Menos infraestructura.
- Mejor aprovechamiento de los puestos de trabajo.
Y no solo eso, según los expertos del Instituto BBVA de Pensiones, se señala que este «forzoso simulacro» del teletrabajo «podría pavimentar el camino hacia una prolongación de la vida laboral, estimulante y beneficiosa para los esquemas de pensiones, que podrían pasar a ser, a la vez, más sostenibles y ofrecer pensiones más adecuadas».
¿Y quién no sueña con una buena pensión en su vejez? ¿Y qué Gobierno no desea ciudadanos con una larga vida laboral que retrase y mejore las pensiones?
Además, el Instituto ha confirmado lo que ya hemos comentado y que muchos ya sabemos, la gran mayoría de las operaciones de virtualización de las empresas se han hecho en caliente, sin ensayos ni pruebas previas y, casi milagrosamente ha dado resultado, funcionando bien o muy bien. La presencia física es prescindible en muchos tipos de trabajo e incluso «es un factor de baja productividad», algo a lo que la crisis sanitaria nos ha abierto los ojos. ¡Por fin alguien lo dice alto y claro! Puedo mandar emails desde mi casa, señor empresario, no necesito pasar ocho horas sentado en esa fría oficina sin luz ni ventilación. ¡Aleluya!
Pero la cosa no se queda aquí, el teletrabajo, por este tipo de beneficios, puede ayudar a que las personas nos volvamos más creativos, con mayor capacidad de innovación y desarrollo de ideas. No solo mejorará nuestra vida personal y familiar, sino que esta estabilidad emocional y mejora del estrés potenciará al gran profesional que llevamos dentro.
Por otro lado, el teletrabajo hace que ya no sea tan importante vivir en pleno centro o cerca de la empresa. ¿Y si recuperamos las zonas despobladas de España? Podemos escoger dónde vivir, ahora da igual, así que se abre una infinidad de posibilidades que pueden repercutir positivamente en la economía de ciertas localidades y economías. Por no hablar de pequeños comercios o empresas que, gracias al teletrabajo, han abierto los ojos a un nuevo proceder que les puede dar el impulso que les faltaba para sobrevivir más y mejor.
Tampoco hemos mencionado el impacto ambiental, pero si somos menos los que conducimos diariamente, la calidad de nuestro aire mejorará considerablemente.
Al final, todo pasa por la salud: mejor alimentación, más tiempo para nosotros, más concentración y productividad y, por ende, más autoafirmación y mejor autoestima, mejores relaciones interpersonales, más ganas de vivir, más consumo, más movimiento de la economía. Es un círculo largo fuertemente conectado que no deja de girar. ¿Por qué no lo habían visto antes?
Es obvio que el teletrabajo no es aplicable a todas las profesiones, pero en el siglo XXI son muchos los trabajos que pueden desempeñarse a través de las tecnologías, necesitando para ello únicamente un dispositivo (teléfono, Tablet, ordenador) y una conexión decente a internet. Poder moverte como quieras, vivir donde quieras, gestionar tu tiempo y sentir que eres dueño de tu vida no tiene precio. Estas son algunas de las sensaciones positivas que genera el teletrabajo. Eso sí, bien establecido. En España aún nos queda mucho para alcanzar unas bases sólidas para el funcionamiento de esta modalidad, aunque ya llevamos un buen camino ganado. El primer paso ya se ha dado, y parece imparable pues, después de haber probado las mieles del teletrabajo ¿Quién va a querer volver a lo antiguo?
No hay que deprimirse, estamos viviendo un hecho histórico terrible e inimaginable, pero como suele decirse: “el que no se consuela es porque no quiere”. La pandemia nos ha vuelto más humanos, nos ha hecho valorar lo que era verdaderamente importante. Por fin, nos hemos dado cuenta de que se trabaja para vivir y no se vive para trabajar. De todo lo malo, al final, siempre se saca algo bueno.